martes, 22 de diciembre de 2009

Un ex comisario de la Federal, allegado a Falco, dejó más dudas que certezas

El comisario (R) de la PF Jorge Mario Veyra declaró como testigo en la causa por la apropiación de Juan Cabandié. Consultado por la jueza Servini de Cubría, titular del Juzgado Federal Nº 1, por las actividades del imputado Luis Falco entre 1976 y 1983, Veyra respondió que no se desempeñaba en una dependencia que él tuviera conocimiento. Acto seguido, no obstante, añadió “que estaba en el cuerpo de información”.
Durante la audiencia, Veyra trató de despegarse de cualquier vinculación con el acusado. “Yo era amigo del padre que fue mi superior entre 1956 y 1958 en la guardia de infantería de la policía. Al imputado lo conocí porque el padre lo llevaba a veces”, manifestó Veyra, quien agregó que recién lo volvió a ver muchos años después en el
Círculo Policial.
“Ahí conocí a su esposa y a sus dos hijos, Mariano y Vanina, de 10 u 11 años. Ambos figuraban como hijos del imputado, luego me enteré, porque se le dio amplia difusión en la prensa, que el hijo había sido apropiado ilegalmente –sostuvo Veyra–. No había una relación personal con el imputado, lo veía los fines de semana en el club, no podía sospechar una cosa así”.
Veyra dijo no saber nada del nacimiento de los chicos, a quienes vería asiduamente por una década. “Hay que entender bien esto”, remarcó, “mi concurrencia al
Círculo Policial era sólo sábados o domingos, se trataba de una relación entre socios de un club, no de amistad. Esto lo prueba el hecho de que el matrimonio se separó hace diez años y a él no lo vi más”.
Con relación a las labores de Falco en la superintendencia de Inteligencia de la PF, Veyra aseguró ignorar qué se hacía allí. “El cuerpo de información es completamente ajeno al personal de seguridad. Quien no pertenece a la dependencia desconoce el tipo de tareas que cumplen”.
Servini de Cubría preguntó a Veyra si conocía al ex subcomisario Samuel Miara, apropiador de los mellizos Reggiardo Tolosa y hoy imputado en la causa en la que se juzgan los delitos cometidos en el
circuito ABO. “Lo conocí porque revistió en el cuerpo de tránsito, donde yo estuve circunstancialmente, pero nunca tuve trato con ese elemento” (sic). Aún así, Veyra confirmó que entre los Falco y los Miara existía una relación de amistad.
Sobre el cierre de la audiencia, el abogado de Abuelas Alan Iud preguntó al testigo cuál era la ubicación de la Superintendencia de Seguridad Federal entre el 76 y el 78. “¡Hable fuerte!”, replicó Veyra, como si se dirigiera a un efectivo policial. Una vez que escuchó la pregunta, contestó a la defensiva que “eso lo sabe cualquiera,
Moreno 1417, elemental”, y a la segunda pregunta que formuló Iud –"¿Sabe dónde funcionaba la División Central de Reunión"–, Veyra dijo que no sabía.
Nada dijo tampoco, en su testimonio de media hora, sobre las esvásticas que le regalaba a Luis Antonio Falco, ni acerca de su estrecho vínculo con la familia. De hecho, fue señalado en su momento por Juan Cabandié como una suerte de padrino de él y de su hermana Vanina. Juan recordó que Veyra (alias "Pájaro loco") se jactaba de todos los estudiantes universitarios que “se había cargado” en operativos ilegales. Víctor Lucchina, otro testigo de la causa, también lo mencionó su declaración. La otra testigo prevista para la audiencia de hoy, Beatriz Castillo, mujer del ex subcomisario Miara, no se presentó a declarar.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Un represor y una apropiadora declararán como testigos en el juicio contra Falco

El próximo martes 22 de diciembre a las 10, en el Palacio de Justicia, Talcahuano 550, declararán el ex policía federal Jorge Mario Veyra y Beatriz Alicia Castillo, apropiadora de los mellizos Reggiardo Tolosa. En caso de que no se presenten ante la jueza María Servini de Cubría, serán llevados por la fuerza pública.
Veyra, viejo amigo de Luis Falco, se desempeñó durante 1976 en la Superintendencia de Seguridad Federal, donde incluso habría integrado el grupo de tareas de esa fuerza que operaba en la Capital Federal y Gran Buenos Aires (GT4). Antes de la dictadura, Veyra –alias “Pájaro loco”– fue uno de los responsables de los grupos operativos de la “Triple A”, con el grado de oficial.
En su testimonio, Juan Cabandié contó que Veyra (que hacía las veces de padrino de él y de su hermana Vanina) le regalaba revistas militares y uniformes de fuerzas especiales. “¿Cómo está mi cadete?”, era el saludo de Veyra cuando Juan, en séptimo grado, asistía a una academia preparatoria para el Liceo Militar. Según Juan, Veyra hacía gala de “cuántos estudiantes universitarios se habían cargado” en operativos durante la dictadura y llegó a justificar el genocidio nazi. “Cuando crezcas vas a saber cómo son los judíos”, le dijo.
Beatriz Catillo, por su parte, es la mujer del ex subcomisario Samuel Miara, quien fuera juzgado por el delito de retención y ocultamiento de menores de 10 años reiterado (dos hechos) en concurso real, ya que en mayo de 1977 inscribió como propios a los mellizos hijos del matrimonio compuesto por Juan Enrique Reggiardo y María Rosa Ana Tolosa, ambos secuestrados en febrero de 1977 y hoy desaparecidos.
De estos delitos, previstos en el reformado artículo 146 del Código Penal, resultó también coautora Castillo, quien no desconocía el origen de los niños e incluso simuló la continuación de un embarazo que en realidad había perdido, esperando le entregaran a los pequeños para así hacerlos pasar como propios.
Por estos crímenes, Miara fue condenado a la pena de 12 años de prisión, gozando de los beneficios de la libertad condicional luego de siete años y medio de cumplimiento efectivo. Su esposa recibió una pena de cinco años y seis meses de prisión, cumpliéndola en forma efectiva durante tres años.